La impresión en 3D se remonta a 1976, cuando se inventó la impresora de inyección de tinta. Desde entonces, la tecnología ha evolucionado para pasar de la impresión con tinta a la impresión con materiales. Algunos ejemplos son desde la creación del primer órgano en 1999, hasta la impresión de oro y plata en 2011.

Es un máquina capaz de realizar réplicas de diseños en 3D, creando piezas y maquetas a partir de un diseño hecho por ordenador, descargado de Internet o recogido a partir de un escáner 3D. Utilizan archivos tipo .CAD en .STL, que es una versión de monocromo, o un VRML, que es una versión a color. Estas impresoras funcionan como las impresoras de chorro de tinta, pero en vez de tinta, depositan el material deseado. Los objetos se crean gracias a la superposición de capas de abajo a arriba, y para cada capa, la impresora va desplazándose sobre el plano para soltar el material sobre las coordenadas adecuadas, formando finalmente una figura en tres dimensiones.
Podemos remarcar, como uno de los principales impulsores de la impresora 3D, a Charles Hull que inventó la estereolitografía, que es un proceso de impresión que permite que un objeto en 3D se cree a partir de datos digitales.
Las impresoras 3D tienen multitud de usos como en medicina para prótesis, trasplantes, órganos... o para la automoción. Yo me centraré en el uso para la alimentación más concretamente, para la fabricación de pasteles y figuras de chocolate.
Una de las primeras y más famosas impresoras 3D de chocolate fue la Choc Creator 3D, diseñada por la compañía Choc Edge en el año 2012, aunque tiene dos sucesoras, la Choc Creator V2 (2014) y la Choc Creator V2+ (2015).
Este tipo de impresoras funcionan como una impresora 3D normal pero consta de un elemento especial, un calefactor que ha sido diseñado para mantener el chocolate a la temperatura adecuada para la impresión. Las primeras impresoras 3D utilizaban un sistema de refrigeración con nitrógeno líquido, ya que la impresora va formando una serie de capas y si la capas no estuviesen lo suficientemente frías no podría crearse la figura en 3D, ya que se derretirían. Y otras utilizan ciclos de frío y calor, por el mismo motivo. El extrusor por donde sale el material, en este caso el chocolate, funciona como una manga pastelera. Como utiliza chocolate templado, cada pastelería podría utilizar su propio chocolate.

¿Qué precio tienen estas impresoras?
El precio de las impresoras 3D de chocolate son bastante elevados, la anterior mencionada, la Choc Creator V2+, ronda los 3000-4000 € y podemos comprarla en la página oficial de la empresa Choc Edge. El tamaño de esta impresora 3D es de 445 x 450 x 300, pesa unos 19 kg y además incorpora conexión Wi-Fi, para que a través de una aplicación, la Choco Draw, puedas dibujar y enviar tu diseño a la impresora sin necesidad de cable o de ordenador. También incluye una pantalla LCD táctil a color de 5''. El volumen de impresión máximo es de 185 x 185 x 50 mm por lo que podrás crear objetos de chocolate mayores de esas medidas. El diámetro de la boquilla extrusora es de 0.4 mm y 0.8 mm.
Podemos encontrar más tipos de impresoras 3D de chocolate en páginas como aliexpress, donde encontramos impresoras de unos 1000 € hasta unos 15000€. El precio siempre varia en cuanto al tamaño de éstas, el volumen máximo de impresión, la calidad con la que hacen las figuras, si pueden conectarse vía Wi-Fi.

Aquí te dejo la página oficial donde podrás ver algunos vídeos de demostración.
También puedes ver una de las primeras impresoras 3D aquí, hecha por unos estudiantes españoles.